
«La imagen inalterada de tu vida no te salvará de la muerte» (Ethic)
Los Rolling Stones han sacado un nuevo disco. Uno que vuelve a ciertas esencias de rock y blues de los primeros tiempos de la banda, y en el que Mick Jagger canta como si acabara de grabar Exile on Main Street y Keith Richard y Ronnie Wood tocan sus guitarras como si quisieran despejar cualquier duda de que se les va a escuchar bien. Desde el mero hecho de la salida del disco hasta sus canciones, pasando por la producción, hay en Hackney Diamonds un evidente aroma de reivindicación de fuerzas y de intención de permanencia. Ahí está Jagger bailando sobre el escenario como si tuviera treinta años y concediendo entrevistas como si su fama acabara de estallar y tuviera miedo de que se esfumara. Hay algo asombroso y fascinante en dicha actitud, en jugar a que el tiempo no pase, a esquivar maléficamente la guadaña, como corresponde a Sus Satánicas Majestades.