
noviembre 15, 2023 — Antonio García Maldonado
Notas de ‘El comienzo de un mundo nuevo’, de Helge Hesse
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- Europa estaba abierta como una amplia plaza multicolor en la que unos y otros se veían y se recogían las ideas de los demás. Los paisajes de los jardines de Inglaterra surgían también en Alemania, Austria, Polonia y Rusia. En la moda lo práctico ganaba en aceptación, el amor del rococó por el ornato perdía terreno, mientras la ropa de mujeres y hombres se influía mutuamente sobre todo en lo tocante a lo práctico.
- [FRANCIA PRERREVOLUCIONARIA] La cosecha del último año había sido mala; la harina escaseaba y los precios subían. […] No se escatimaba en material, sobre todo en los polvos con los que se blanqueaban las pelucas, y ese polvo consistía en esencia de harina.
- [GOETHE] Mientras que el Werther lo había escrito tan solo en cuatro semanas, trabajaría en él también las transformaciones del mundo: las transformaciones de la mente de los hombres que pretendían mejorar su vida y ensanchar sus fronteras.
- Mientras que a Watt siempre le asaltaba el miedo al fracaso, Boulton, eternamente optimista, le dijo aquel otoño a James Boswell, que había ido a visitarlo, unas palabras que llegarían a hacerse famosas: “Yo vendo aquí lo que todo el mundo desea: Power! Power en el doble sentido de la palabra: poder y fuerza”.
- En verano, James Watt fue a las minas de Chacewater en Cornualles. Lo que vio le horrorizó: un desolador desierto de escombros en el que apenas quedaba un árbol en pie. Por todas partes había casetas y cobertizos dispersos o negros armazones de máquinas que se alzaban hacia el cielo gris. Los pozos se cavaban cada vez a mayor profundidad en la tierra, sus desperdicios y escombros se tiraban al campo. Los obreros bregaban en condiciones crueles y vivían en situaciones miserables. Unos cavaban la tierra y recibían su escaso salario en función de la profundidad alcanzada. Otros sacaban de la tierra estaño y cobre, que se encontraba aún a mayor profundidad. Los administradores de las minas también les pagaban su dinero únicamente en función de su rendimiento. Además, los obreros tenían que pagarse el equipamiento de su propio bolsillo.
- En esas reuniones sociales de burguesía y nobleza podían promocionarse o llevarse al fracaso algunas carreras. Mientras que en Inglaterra esto tenía lugar más bien en clubes y sociedades con participación mayoritariamente masculina, en Francia y Alemania más bien en los salones… organizados por mujeres que, a pesar de su posición social alejada de toda posible igualdad, llegaban así a tener poder e influencia.
- Naturalmente a algunas personas les faltaba la fantasía para descubrir en lo nuevo las bondades del futuro. Mientras Franklin observaba desde su casa en Passy el vuelo de Pilâtre de Rozier, uno de los presentes le preguntó para qué servía todo aquello. Al parecer Franklin le dio esta respuesta, que se ha hecho famosa: “¿Para qué sirve un niño recién nacido?”
- Cuando un pastor preguntó en la revista qué era eso de la Ilustración, Kant redactó el texto Respuesta a la pregunta: ¿qué es la Ilustración? Empezaba con estas frases que se han hecho famosas: “La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro”. El texto de Kant culminaba con la afirmación: “Sapere aude ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la Ilustración”.
- El sueño de la navegación aérea estaba vivo. Aunque se percibía el peligro de un ejército del aire, como decía Wieland, también se soñaba con la superación de todas las guerras, fronteras y límites.
- Quien descubre algo a menudo se siente superior a lo descubierto; aquí sucedía eso, y valía para ambos.
- El problema de la esclavitud continuó también con la nueva constitución. Los estados esclavistas del sur consiguieron incluso instrumentalizarla de manera cínica para reforzar sus intereses: en función de la cláusula de los tres quintos impuesta por ellos, según la cual cada uno de los numerosos esclavos residentes en sus territorios contaba como tres quintos de un habitante, podían enviar proporcionalmente más diputados al Congreso. Pero los esclavos no podían votar, solo los blancos.
- [BURKE] “La rabia y el deslumbramiento pueden demoler en media hora más de lo que la inteligencia, la reflexión y la sabia precaución son capaces de construir en cien años”.
- Algunos inventos rompedores ponen de manifiesto una idea junto con todas sus posibilidades, aunque llegan al público en un momento equivocado. Eso le ocurrió a algo que desarrolló William Murdoch, el excéntrico e ingenioso compañero de Matthew Boulton y James Watt. Su locomóvil de 1784, un vehículo que podía moverse sobre ruedas de un lugar a otro por la carretera impulsado por su máquina de vapor, aunque con gran dificultad y a un coste muy alto, no logró imponerse.
- Thomas Paine había esbozado en la segunda parte de Los derechos del hombre: “Hasta donde es posible prever, tal vez Europa pueda constituir a continuación una única gran república, en la que el individuo sea completamente libre”.
- Washington fue reelegido sin votos en contra. Su segundo discurso inaugural constituyó en el fondo lo contrario del primero: cansino, sin contenido y con solo ciento treinta y cinco palabras, el más corto que un presidente haya pronunciado jamás.
- [SCHILLER]: “El placer se ha separado del trabajo, el medio del fin, el esfuerzo de la recompensa”.
- Schiller respondía a las máquinas, a la división del trabajo, a las transformaciones laborales impulsadas por Boulton, Watt, Arkwright y muchos otros, y científicamente por Adam Smith. Schiller hurgaba en heridas en las que ya había hurgado también Rousseau, pero, a diferencia de este, Schiller veía lo bueno, puesto que “la especie no podría haber progresado de otra manera”.
- Pues mientras Europa miraba al futuro con máquinas, ciencia y nuevas ideas de Estado, continuaba buscando equilibrio y motivación en un pasado que se percibía como ejemplar.