El año pasado recibí la llamada de un amigo para anunciarme que, si no tenía problemas, contactaría conmigo el periodista José María Martí Font (Mataró, 1950), que, me dijo sin más detalles, estaba escribiendo un libro sobre ciudades españolas. Yo entonces no vivía en España, así que cerramos un encuentro para algunas semanas después. Su idea era sencilla y atractiva: haría una crónica de las principales ciudades y áreas metropolitanas españolas para analizar el poder municipal en España, y para eso estaba recorriendo el territorio, pateándose las ciudades con cicerones locales, ataviado con su gorra, su libreta y su experiencia de corresponsal.